La cultura ciudadana no se elige en las urnas – Opinión de Ambrosio Fernández

Por Ambrosio Fernández (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 17 de junio de 2023.- Es claro que enfrentamos graves problemáticas sociales y que tal vez muchas de sus soluciones pasan por lo público, pero desde la ciudadanía se pueden dar grandes cambios, que al mismo tiempo motiven a los gobernantes a estar a la altura de sus comunidades.

Probablemente la ciudad no estaría tan sucia si tuviéramos un sistema más eficiente de recolección de basuras o de reciclaje. Si Cartagena contara con un adecuado sistema de drenajes o alcantarillado, tal vez varias zonas del casco urbano no tuvieran charcos de aguas negras o caños convertidos en auténticos botaderos. Sin embargo, la ecuación puede funcionar al revés, ¿qué pasaría si la mayoría de los habitantes de esta ciudad, sin importar su estrato social o su ubicación, dejara sus desechos en los sitios debidamente adecuados para esto o hiciera separación en la fuente? ¿Qué sucedería si redujéramos la cantidad de basuras que se dejan en las calles y que terminan taponando alcantarillas o caños, especialmente en época de lluvias? Quizás no hay cálculos exactos para dar respuesta a estas preguntas, pero a grandes rasgos se pudiera considerar que la situación sería muy distinta a la que vemos constantemente en el paisaje de La Heroica. 

Aunque sin duda nos estamos quedando cortos en materia de infraestructura de transporte y los trancones están a la orden del día, también hace falta mayor conciencia y mejor cultura vial. Las normas de tránsito no están hechas para ser letra muerta, pero en un ambiente de ventajismo y trampa, que muchas veces impera en las calles, quién las respeta es visto como un tonto. Los tiempos de movilidad mejorarían si solo aplicáramos el sentido común al volante y sin duda gran parte de la accidentalidad vial se evitaría, si tan solo se acogieran las recomendaciones en materia de seguridad al manejar. 

Puede que lo anterior se haya dicho muchas veces, pero habrá que repetirlo, para ponernos de acuerdo en lo fundamental. Cartagena vive una crisis de cultura ciudadana que agrava parte de las problemáticas que nos aquejan. Es necesario que todos como individuos reflexionemos sobre nuestro comportamiento en sociedad, para intentar mejorar la convivencia y el respeto por las normas en la ciudad. La correcta disposición de basuras, el cuidado de los sistemas que drenan las lluvias, especialmente en tiempos de aguaceros o nuestro comportamiento como conductores o peatones, solo por nombrar algunas acciones, va más allá de lo paisajístico y afecta la salud y hasta la competitividad.

Quien gane a las elecciones en octubre debe apostar por estrategias que promuevan la cultura ciudadana, pero los ciudadanos debemos tener claro que no necesitamos ir a las urnas para refrendar el civismo y el sentido de pertenencia por Cartagena, pues ese se pone a prueba todos los días.