Por Calvos Féliz Monsalve (Especial para Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 20 de diciembre de 2023.- Es importante frente a un gobierno que comienza, que invita a la unión, a trabajar, a generar confianza y a proyectar esperanza, que se comience a tener como prioridad la construcción sólida de ciudadanía bajo el concepto clave de las competencias de la misma.
Las competencias ciudadanas deben afianzarse como base para contextualizar lo social, lo económico, político y también como marco de desarrollo para la transformación de la relación de la gente con sus gobernantes.
Lo primero es entender de manera clara que desde la perspectiva política, social y jurídica de los ciudadanos así como tienen derechos para exigir, tambien tienen deberes para cumplir, y asi poder construir dinámicas colectivas de sana convivencia y sobretodo de respeto por el estado y mas aun por todo el conglomerado.
Ciudadania no es solo participar, tener libertades, obtener subvenciones del estado o votar, porque al final todas son expresiones de una democracia incluyente. El concepto es mas amplio, al punto de ser los protagonistas de la gran organización social, comprendiendo que el gobierno se hace con una amalgama de trabajo definida y planificada para obtener los resultados que conduzcan a ese tan anhelado estado de bienestar social.
Se necesita que los ciudadanos actúen como verdaderos sujetos sociales, pensando en el crecimiento colectivo, buscando ese mismo bienestar y esa seguridad social y económica que les permita ser participes de todo el patrimonio ciudadano para así buscar estándares óptimos para vivir de manera digna.
Después del desgreño administrativo presentado, de la falta de confianza en la administración y del atraso en este cuatrienio, ya Cartagena tiene gobierno, tiene alcalde mayor, con la visión clara de la reconstrucción de la ciudad pero precisamente a partir de la construcción de ciudadania, de estructurar gobernanza, de cohesión social, sin dejar de lado que habrá mano dura y disciplina para recuperar la tranquilidad en todas las localidades de la ciudad, pero también habrá mano tendida para asistir como administración y dentro de sus facultades legales a la gente necesitada, que quiere impulso, apoyo, plante y sobretodo esa esperanza social tan solicitada y urgida que necesitamos cómo cartageneros.
En Cartagena todos cabemos, propios y visitantes, pero todos consientes que debemos ejercer una ciudadania activa, en pro de lo social, generando acuerdos, diálogos y sentido de pertenencia que nos permita decir que es la ciudad de todos, y no como hoy, que es la ciudad de nadie. Es necesario ser reflexivos críticos, pero sobre todo responsables, para que todos aportando podamos rescatar el camino que nos lleve a brillar como la verdadera fantástica y heroica.
Por último apunto que la ciudadanía requiere implementar competencias definidas en las que se conjuguen actitudes, habilidades y destrezas para la observación sociopolítica, la interpretación de la realidad, el debate y la acción democrática, buscando una participación objetiva e inteligente que permita discernir necesidades, problemas y proyecciones hacía políticas publicas estables en el tiempo que conlleven a las soluciones de toda esa complejidad social que hoy vivimos.
Hay gobierno serio, robusto, comprometido, competente, con experiencia y con resultados probados; ahora necesitamos ciudadania comprometida, fuerte y dispuesta a trabajar unida por la ciudad de todos.
No se andará más a la velocidad de maquinarias lentas y obsoletas 🚜, sino a la velocidad que imprima el buen gobierno de la mano de todos los actores sociales.
A liderar, a gobernar con la gente y sobretodo a recuperar la disciplina social.