México, 6 de febrero de 2024.- El grito de ¡Libertad! y una fiesta de paz y concordia se vivieron durante las tres corridas que significaron el regreso de la Fiesta Brava a la Monumental Plaza de México, luego de 600 días de prohibición.
Ya quisiera cualquier equipo de fútbol que en tres partidos asistieran más de 126 mil espectadores, como los que llenaros los tendidos, colmando cada tarde los 42 mil asientos de la México, silenciando con un lleno de bandera las protestas antitaurinas convocadas a las puertas de la Monumental de México. La reciente decisión de la Suprema Corte de dejar sin efecto la suspensión promovida por varias asociaciones animalistas ha permitido reactivar la actividad taurina en la Ciudad de México. Ante la ola abolicionista que recorre el continente americano, la afición mexicana reivindica su derecho a seguir disfrutando de una tradición que continúa teniendo arraigo y que genera miles de puestos de trabajo en todo el país.
Lo de menos fueron las faenas de Joselito Adame, Diego Silvetti o Andrés Roca Rey en la corrida de reapertura, sino el enorme significado de abrir las puertas a la libertad y la cultura, ante la rabia de una élite seudo intelectual que pretende instaurar su dictadura prohibicionista.
Los aficionados a los toros siempre van en paz, permanecen en paz y salen en paz, pero en esta ocasión debieron soportar los ataques intimidantes y cuasi vandálicos de un pequeño puñado de violentos manifestantes antitaurinos
Luego de la corrida de reapertura regresó la zozobra por una nueva orden, esta vez de una jueza federal que suspendió de nuevo la temporada taurina, sino que esta vez la autoridad suprema judicial pronto restauró el orden y vinieron las corridas del domingo 4 y lunes 5 de febrero con otros dos llenazos.
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En los carteles estaban Sebastian Castella, Leo Valadez e Isaac Fonseca, cuyo brindis de liberta le ha dado la vuelta al mundo. Luego Pablo Hermoso de Mendoza en su corrida de dspedida, acompañado por El Calima y Arturo Gilio.
La próxima corrida será también todo un hito: tarde de mujeres encabezada por Hilda Tenorio, Paola San Román y l colombiana Rocío Morelli.
216 plazas de toros en México
Después de España, México es el segundo país con más tradición taurina de todo el mundo: en total hay 216 plazas de toros, 262 ganaderías bravas y 800 eventos anuales de media, un 80% de los cuales están vinculados a festividades cívicas y religiosas. A nivel nacional, la industria genera ingresos que rondan los 300 millones de euros y es responsable de 80.000 empleos directos y 146.000 indirectos. En declaraciones a EL MUNDO, el presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, Ramiro Alatorre, pone en valor estas cifras para exigir la continuidad de las corridas en la capital: «La gente se ha volcado en las taquillas y estamos viendo colas que hace muchos años que no se veían porque la gente quiere ver toros y quiere reivindicar su derecho a disfrutar libremente de esta tradición».
Al ser México un país federal, la legislación respecto a las corridas de toros se divide, principalmente, en dos corrientes: por un lado se encuentran aquellos estados donde se ha prohibido expresamente la práctica, como Sonora, Guerrero, Coahuila y Quintana Roo, y por otro, aquellos que han declarado la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial, lo que en la práctica blinda legalmente su celebración ante posibles intentos de abolición, como Aguascalientes, Hidalgo, Guanajuato, Zacatecas, Querétaro, Tlaxcala, Colima, Nayarit, Michoacán, Jalisco y Baja California. En medio de todas ellas, quedan otros 17 territorios donde el ‘tira y afloja’ judicial continúa en disputa. El caso de la Ciudad de México es el que acapara todos los focos, ya que es donde se encuentra la plaza taurina con mayor capacidad y la tercera más importante del mundo, tras Las Ventas de Madrid y La Maestranza de Sevilla.