Recuperar el brillo de Cartagena catapulta al gobierno de Dumek – Análisis de John Zamora

En la más reciente encuesta de de Invamer Poll, la aprobación de Dumek Turbay se ubicó en 79%, 3 puntos por encima del sondeo realizado en abril de 2024. Además, el negativo del 18% bajó a 16%, informó Noticias Caracol.

Análisis de John Zamora (Director de Revista Zetta).- Cartagena de Indias, 27 de junio de 2024.- La recuperación del brillo de Cartagena de Indias es la explicación más certera a la abrumadora favorabilidad del alcalde Dumek Turbay en las encuestas: pasó de un 76% en abril a un 79% en junio 2024.

La ciudad entendió que la mediocridad y pugnacidad estéril solo trajeron cuatro años de retroceso y pobreza, y desde el 1 de enero Cartagena sintió el remezón del verdadero cambio: un alcalde actuante, sintonizado con la ciudadanía, ejerciendo liderazgo edificante, ejecutante y pensando en grande.

Dumek hace sin mamar gallo. Dumek gestiona sin procastinar. Dumek aprieta tuercas. Dumek es intenso.

Pero no es Dumek solo. Es una ciudadanía que quizo y quiere ese cambio, pasar de la payasería y vergüenza a la seriedad y eficiencia. Es, también, un equipo de trabajo que le sigue el intenso ritmo y que tiene que dar resultados. Desde luego, en un grupo tan amplio y disímil hay lunares, pero se notan de lejos como las moscas en la leche.

De entrada se supo lo que venía. El plan Titán fue un mensaje de cambio rotundo, y la emblemática Torre del Reloj fue el epicentro de un operativo para recuperar el brillo del Centro Histórico, recuperarlo para las familias locales y visitantes, y rehusarse a aceptar que esa era la nueva propiedad privada de proxenetas, jíbaros y putas. Dumek no mamó cuatro años prometiendo que iba a derribar el Aquarela, sino que actuó de inmediato. Hoy es una mole a media altura, camino a su desmonte definitivo. Dumek no echó discursos floridos sobre la recuperación ambiental de la ciudad, el el caño Juan Angola hoy es otra cosa. Los vecinos de Canapote ya pueden verse con los de Crespo, y el tarareado transporte acuático ya se instaló como inaplazable.

En general, en todas las áreas del gobierno, se ha sentido la mano de Dumek… la guerra a los huecos, la creación de la Secretaría de Turismo (inaudito que la ciudad turística no tuviera este escenario institucional), el recaudo de impuestos, la batalla por la tarifa de energía, la protección costera, el servicio educativo, la cultura… en fin.

Desde luego, no ha sido una gestión perfecta y ha tenido“desafines” como la gestión del instituto de comunales que ni fu ni fa, o Transcaribe que sigue sin levantar cabeza, o sus excesivos desvelos por el Real Cartagena, una entidad privada, que no es patrimonio del Distrito aunque sí patrimonio deportivo de la ciudad.

El favoritismo de Dumek se justifica, se explica y se mantendrá.

Faltan tres años y medio de gestión, tiempo en que seguiremos teniendo un alcalde intenso, actuante, aglutinante, ejecutante, perseverante, decente y, sobre todo, en sintonía con la gente.