Cartagena de Indias, 21 de septiembre de 2024.- Ante el fallecimiento este miércoles del gestor cultural Manuel Reyes Bolaños, la comunidad musical del Caribe y la hermandad africana han expresado su profundo abatimiento.
Manrebo, como era conocido, fue uno de los primeros precursores de la champeta y también fue motor del Festival Voces del Jazz y del Caribe, dirigido por Manuel Lozano.
Precisamente, la Fundación Cultural Voces del Jazz publicó en sus redes sociales lo siguiente:
La Fundación Cultural Voces del Jazz lamenta profundamente la partida de Manuel Reyes Bolaños, conocido cariñosamente como «Manrebo», uno de los pilares fundamentales del festival. Su legado de amor por la música y su inmensa contribución al crecimiento de nuestra cultura seguirá vivo. Descansa en paz, querido amigo.
Manrebo no fue solo un gran conocedor de la champeta, fue su alma, su voz, su promotor incansable. Lo que comenzó como un casual encuentro con la radio se transformó en una carrera brillante, donde su inconfundible voz se convirtió en símbolo de la música afrocaribeña. No solo la narraba, la vivía, llevándola más allá de nuestras fronteras a escenarios europeos de renombre como La Mar de Músicas en España y el Antilliaanse Feesten en Bélgica. Allí, presentó a la champeta con el orgullo de quien sabe que está compartiendo un tesoro cultural invaluable.
Durante toda su vida, Manrebo luchó por preservar y elevar la champeta, colaborando con artistas legendarios como Elio Boom y Mr. Black, entre otros, viendo cómo este ritmo se transformaba e integraba influencias modernas como el hip hop y el reguetón, sin perder jamás su esencia caribeña. Fue testigo y protagonista de una evolución.
En 2013, unió fuerzas con su gran amigo y discípulo, Manuel Lozano Pineda, para dar forma a un sueño compartido: el Festival Voces del Jazz. En esta alianza mágica, Manrebo aportó su vasto conocimiento y pasión, integrando géneros y voces del Caribe que enriquecen la diversidad cultural de la región. Con su dedicación y compromiso, ayudó a continuar un evento que hoy, en su undécima edición, es un referente en la escena musical del Caribe.
A lo largo de esta aventura, Manrebo contó siempre con el apoyo fiel e incondicional de su esposa, Rocío Bernate, su compañera en todas las batallas, quien fue parte esencial del equipo que mantuvo vivo el festival.
Hace dos años, el destino le presentó una prueba difícil: un accidente cardiovascular. Aunque mostró señales de mejoría, su salud se deterioró nuevamente en los últimos días, y nos dejó con el corazón roto tras ser hospitalizado y diagnosticado con muerte cerebral.
¡Gracias, Manrebo, por regalarnos tanto! Tu huella perdurará por siempre en los ritmos de nuestra tierra.