Por Miguel Raad Hernández (Junio 11 de 2015).- La semana pasada escribí quejándome por el mal servicio de energía eléctrica en la Costa Atlántica y por los abusos y tropelías cometidos por la empresa prestadora del mismo, la inefable ELECTRICARIBE S.A. ESP. Lo hice afirmando que seguramente no pasaría nada y sólo como una constancia histórica.
Hoy tengo que registrar que sí pasaron cosas. Pero, como en el extraño mundo de Subuso, cosas absurdas e insólitas. La primera es que toda la situación se agravó. En once municipios de Bolívar se aumentaron los cortes generalizados del servicio, en algunos casos hasta por tres días, y en la misma ciudad de Cartagena muchos barrios continuaron padeciendo por la interrupción de la energía. Las protestas no se hicieron esperar y los ciudadanos bloquearon las carreteras, marcharon contra ELECTRICARIBE e hicieron sentir su voz en los medios de comunicación. Incluso varios Alcaldes Municipales, impotentes e incapaces de responder a los reclamos de sus gobernados, decidieron encadenarse a las puertas de la empresa en Cartagena para llamar su atención y la del Gobierno Nacional. Un triste espectáculo de cómo hemos ido transfiriendo el poder, de modo que ya nuestros gobernantes nada pueden hacer ante esta nueva forma de monopolio privado en algunos servicios públicos.
Mientras esto pasaba en Bolívar, en los siete Departamentos de la Costa se repetía la historia y la hoguera del descontento creció, y sigue creciendo todos los días, desde el Cabo de la Vela hasta CANTAGALLO ( Bolívar), el más meridional de nuestros pueblos.
Fue entonces cuando sobrevino lo inimaginable. ELECTRICARIBE salió a justificarse y culpó, como Napoleón tras su fracaso en Rusia, al General Invierno. ¿Cuál invierno?. ¿Acaso no tenemos fenómeno del Niño?. Los funcionarios de ELECTRICARIBE, impúdicamente, han repetido que la responsabilidad de los cortes y suspensiones la tienen «fenómenos climáticos» de reciente ocurrencia. Esto, en medio de su desfachatez, es también una confesión de la falta de confiabilidad del sistema, a pesar de que se nos cobra un cargo por confiabilidad.
Pero el Ministro de Minas y Energía, un señor llamado Tomás González, ha ido todavía más lejos. Para este funcionario la culpa del mal servicio es porque las tarifas son muy bajas. Y para «estimular» a ELECTRICARIBE, su Ministerio y la CREG deciden aumentar las tarifas hasta en un 13 % más. Y no contento con ello, el Ministro sale a los medios a anunciarlo con bombos y platillos y a insultar la inteligencia de los colombianos con falacias para decirnos que «en promedio» el aumento será sólo del 1.1% más. Como si los promedios le fueran a bajar los costos a quienes en los estratos 3, 4, 5 y 6 les tocará pagar un 13 por ciento más por el pésimo y atrabiliario servicio de energía. Por eso digo que, además de ineficientes son insensatos. ¿ A quien, medianamente prudente, se le ocurre, en medio de la ira generalizada por el mal servicio, responder con un alza en las tarifas? El Ministro González pretende apagar el fuego con gasolina. ¿O será que al Ministro lo tienen sin cuidado las quejas y penurias de los costeños?. No hay derecho a que estos personajes aéreos y descontextualizados lleguen a tan altas posiciones. Lo primero que se requiere en cualquier funcionario directivo es la capacidad de sentir el dolor de su pueblo y un buen criterio o, por lo menos, sensatez. El señor González debería volver a su nicho de tecnócrata de donde lo sacaron. Allá no haría tanto daño.
Las repercusiones de este asunto de ELECTRICARIBE no terminan. Ellas se verán en el orden público alterado por las mayores manifestaciones de inconformidad que sobrevendrán, el aumento de la inseguridad urbana, las alteraciones en la movilidad por los bloqueos a las vías, el resquebrajamiento de las relaciones del Gobierno con las bancadas costeñas del Congreso, la pérdida de opinión del Presidente Santos en la Costa Caribe con cuyos votos resultó elegido y, hasta en una mayor oposición a la venta de ISAGEN, que nos dejaría absolutamente impotentes en materia energética en manos de extranjeros. Tal es el tino que han tenido el señor Tomás González y la CREG.
COLETILLA: ELECTRICARIBE S.A. ESP es una sociedad controlada por el Grupo Español UNIÓN FENOSA, dueños de más del 70% de sus acciones. En su Junta Directiva de 7 miembros, cinco de ellos son extranjeros y apenas dos son colombianos. Seguramente en España o dónde se encuentren los dueños y directivos ni se enteran de lo que está pasando. O no les importa, porque tienen Ministro.