Guillermo Quintana jr., prospecto de Grandes Ligas

Al llegar a la casa de los Quintana Ávila se siente el aroma de béisbol. Guillermo Quintana Osorio cumplió el sueño que siempre tuvo: Tener un hijo pelotero, el cual tiene las condiciones para seguir enmarcando la historia del béisbol de Colombia. “Mi papá era fanático del béisbol, desde pequeño él me llevaba al estadio a ver los partidos de los equipos de la época, como Conastil, Colpuertos, Álcalis, donde jugaban las figuras que nosotros queríamos ser. «Quizás mi padre no tuvo la oportunidad de llevarme y de estar conmigo encada entrenamiento pero a él le debo mi pasión por este hermoso deporte.»

Quizás Guillermo Quintana Sossa, un hombre bonachón, con cara de mexicano enjuto, con un bigote que emulaba a Pedro Infante, a quien le gustaba la ópera y que cuando se reía parecía que el mundo se reía con él, no hubiera imaginado que un nieto suyo tuviera las condiciones para jugar de manera apasionada y con gran talento la pelota caliente. “Mi papá me enseñó a querer al béisbol, recuerdo que él no podía llevarme a los entrenamientos, cosa que si hago con mi hijo ,porque es muy importante que él tenga a su padre motivándolo y llevándolo para que sea no solo un jugador sino una mejor persona cada día, y que sea un hombre de bien.” Al hablar, al Dr Guillermo Quintana Osorio, medico urólogo, se le nota la nostalgia, su padre, hace varios años falleció en un procedimiento quirúrgico. “MI papá era cátcher en un equipo de facultades de la universidad de Cartagena, yo también fui cátcher y todavía lo hago en el softball, y que casualidad que mi hijo también le gustó esa posición y creo que lo hace bien.

La posición de cátcher en el béisbol es una de las más difíciles, tiene una visión de 360 grados de lo que pasa en el juego, tiene que estar atento a los lanzamientos, a los corredores que se embasan, de la posición del infielddel outfield, en fin, es el conductor, debe ser un líder y determina junto con el manager la estrategia o la jugada a seguir.

En la sala donde vive la familia Quintana Ávila hay medallas de todo tipo, que ha ganado su hijo, champion cátcher, champion de bateo y muchos galardones que manifiestan la calidad y sobre todo el pundonor que muestra el “junior” cuando juega béisbol. “Recuerdo que mi papá desde que tenía como dos años me compró un bate y una manilla y me iba con él para la calle a jugar, además recuerdo que me ponía a ver los partidos de Grandes Ligas con él y me iba explicando que sucedía en cada partido, y así fui entendiendo y me gustó muchísimo”. Guillermo Junior es un muchacho de pocas palabras, que atiende las recomendaciones de su padre y que desea de todo corazón ser grandes ligas. Al ir conversando en la sala de la casa, nos fue invadiendo la nostalgia y nuevamente les pregunte al hijo y al nieto, por el patriarca, culpable que su descendencia, tuviera esa pasión por el béisbol. “Recuerdo que una vez estuvimos en el estadio 11 de Noviembre en un partido Colombia vs Cuba, por allá en el año mil novecientos setenta y pico, era tanta la gente y la euforia por el partido que mi papa tuvo que sacarme en hombros porque había demasiada gente y me estaba ahogando.”

Varios expertos en béisbol le auguran muchos éxitos a Guillermo Jr, recientemente en el campeonato de Béisbol RBI que dirige José Jacinto Quintero Milanés, obtuvo el premio al mejor cátcher del certamen y además tuvo un excelente promedio ofensivo. En junio estará con el equipo de Colombia que participará en una serie en República Dominicana, sin lugar a dudas que hay talento y muchas ganas de triunfar.

“Me impresionó mucho el hijo del Dr. Guillermo Quintana, es un líder dentro del juego, y un muchacho muy bien educado, seguro tiene condiciones para ser grande”, manifestó Tito Quintero.

Las anécdotas y la nostalgia seguía creciendo, lo que sí está claro es que el viejo Guillermo Quintana Sossa desde el cielo le sigue cantando aquellas canciones infantiles que él mismo componía para sus hijos las tardes de los domingos, y que su nieto las escucha al lado de su oído cuando juega béisbol.