La única concejal del partido Alianza Verde en Cartagena, Saray Aguas García, enumeró tres chismes con los que le quieren enrarecer la entrega del aval para aspirar a la reelección.
Estos rumores, que calificó de infundados, se han hecho correr hasta la Dirección Nacional en Bogotá, y le generan grave perjuicio tanto para su honra, su condición de mujer y su plataforma política.
“Son chismes para desprestigiarme y dañar mi nombre y que el partido me niegue el aval sin ningún sustento jurídico”, explicó.
En diálogo con John Zamora, director de Revista Zetta, la concejal Aguas García se refirió a tales chismes:
Uno: que es “Gata”. Rechazó de plano esa versión y dijo que no por ser de Magangué o por ser prima de Javid Benavides, quien fue representante a la Cámara apoyado por ese grupo, automáticamente recibe influencia de la empresaria del chance. Agregó que Benavides renunció a la curul y a ese grupo político, y tiene su trabajo independiente, y que nada tuvo que ver con ella, más allá del parentesco, cuando ella aspiró hace cuatro años.
Dos: Que compró el aval hace cuatro años. Le parece absurdo y reta a que encuentren la más mínima sombra, o una persona que haya recibido alguna dádiva. “Esto no es de chismes, es de pruebas. Yo, Saray Aguas García, nunca le he dado un peso a nadie por mi aval”, sentenció.
Tres: que no cumple con los lineamientos del partido. La concejal dice que tanto en los proyectos de acuerdo presentados, como en los debates de control político, como en las proposiciones en la plenaria del Concejo, se puede apreciar claramente la línea ambientalista, de defensa de la mujer o de la causa social, que distinguen a esa colectividad. Respecto de la gestión del alcalde Dionisio Vélez, a quien el partido le retiró su apoyo, explicó que se trató de un acto de independencia, mas no de oposición acérrima, y que ha criticado todo lo que no le conviene a la ciudad.
Saray espera que el partido Alianza Verde entienda que se trata de chismes que buscan hacerle daño político, sin ningún sustento, y aguarda ser escuchada y que le otorgue el aval en respeto a su militancia, a su condición de mujer y a su derecho legítimo a elegir y ser elegida.