Golden Kids: golpes de ilusión

Óscar, Elías y Haroldo dicen que están de buenas. Dejaron de jugar béisbol porque no tenían dinero para los implementos, y el boxeo les resulta más económico; como viven en El Pozón y deben ir a entrenar al Bernardo Carballo, hay una buseta de la ruta Pozón-Crespo que los lleva y los trae; y lo mejor, entrenando allí conocieron a Amado Guerra Rhenals, el hombre que les tiene paciencia y los educa en valores y en la técnica, y María Camila Martelo Estévez, el ángel que les enseñó a sonreír.

Son 48 muchachos entre los 7 y 17 años que vienen de los sectores populares para una cita diaria con la ilusión de un mejor mañana, y que conforman el club Golden Kids.

Dependiendo de su jornada académica, algunos entrenan a las 9 de la mañana y otros a las 2 de la tarde. El profesor Amado siempre los hace formar, les da un saludo con un mensaje edificante, y enseguida les da las primeras instrucciones del entrenamiento, para luego pasar al calentamiento, la técnica básica y la actividad física.

Aunque el “profe” es instructor del Ider para las escuelas de formación deportiva, no todos los miembros de Golden Kids pertenecen a un club reconocido por la Liga de Boxeo, por lo que saca un tiempo extra para acompañarles en su entrenamiento.

Cualquiera pensaría que se trata de un boxeador retirado, pero no. Se trata de un hombre preparado, con vocación formar nuevos talentos. Púgiles de la talla de Beibis Mendoza, Daniel Reyes o Carlos Maussa han pasado por sus manos y saben lo exigente y disciplinado que es.

Esos atributos se los quiere transmitir a los muchachos para que aprendan la importancia de merecer las cosas, de ganárselas con esfuerzo y de ser ejemplo para los demás. “Así no están en la ociosidad ni pensando cosas malas”, dice.

El año pasado, un colega que es entrenador en Bogotá, donde practicar boxeo está de moda entre la juventud capitalina, le dijo que tenía una joven que quería seguir entrenando boxeo en Cartagena. Esa deportista es María Camila, y se pusieron contacto. Comenzó a asesorarla en sesiones privadas y cultivaron una amistad de inmediato. En sus conversaciones, el profe le habló de sus muchachos, de las dificultades cotidianas que afrontan y, sobre todo, del indómito espíritu de superación que tienen. Así que ella se entusiasmó y fue a conocerlos. Desde el año pasado comenzó a trabajar con ellos, y le dieron nombre a ese colectivo de soñadores del boxeo: Golden Kids.

Son muchachos que tienen limitaciones de alimentación, calzado, vestuario y dinero. A veces tienen la plata del pasaje de ida pero no el de regreso, o llegan sin desayuno o almuerzo. Puede más el deseo.

Tocando puertas, Golden Kids ha comenzado a conseguir puntuales pero significativos apoyos. Se requieren guantes, vendas, botas, protectores, sacos, peras y demás elementos para la práctica. Algo de ello se ha conseguido, pero no es suficiente. Algunos no viven tan lejos del Bernardo Caraballo, pero van y vienen a pie. A dos de ellos se les consiguió una bicicleta. Toda ayuda es bienvenida.

Al verlos entrenar, parece que nada les faltara. No importa si están descalzos, o a puño limpio, tienen la sonrisa imborrable, el ánimo festivo y la vivacidad propia de los jóvenes cartageneros de su edad. En cada golpe que lanzan va la ilusión.

Ademas:

¡Anímate a ser el campeón de los Golden Kids! Si tienes interés en contribuir al desarrollo de este proyecto puedes comunicarte al número 313-509-2997 o enviar un correo a goldenkidsbox@gmail.com

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