Tinglado electoral: Pesos Pesado, Medio, Gallo, Mini Mosca y Paja

Estamos a dos meses de las elecciones y todavía no hay un favorito absoluto para ganar la Alcaldía de Cartagena, pero ya se pueden ver como están “rankeados” según el peso de cada candidatura.

Peso Pesado

El único candidato que no tiene experiencia política de ninguna índole es el que está resultando un peso pesado: Manolo Duque.

Apenas el 7 de marzo era un nuevo desempleado, tras su salida del noticiero popular de La Cariñosa RCN, y cinco meses después es la gran sorpresa política, pues al movimiento ciudadano Primero la Gente, con el que recogió firmas para avalar su candidatura, se ha sumando un considerable número de dirigentes políticos que lo ven como la opción ganadora, desde la senadora Daira Galvis, de Cambio Radical, pasando por Luz Estela Cáceres, o concejales actuales como Duvinia Torres y William Pérez de los dos sectores de la U en Bolívar, o Wilson Toncel y Germán Zapata, amén de la gran cantidad de aspirantes a Concejo y JAL que recientemente se le han sumado.

En la misma categoría está Quinto Guerra, veterano de mil guerras, quien está haciendo un trabajo de mantenimiento. Lleva más de dos años en campaña y no acusa el desgaste que sus críticos le presagiaban, pero tampoco está tan arriba en proporción con el tiempo invertido en mostrar su propuesta. Pero tiene la opción vigente, es el púgil a destronar, pues por mucho tiempo ha tenido la corona virtual y ahora la debe defender.

En esta categoría está inscrito Andrés Betancourt, gracias al reciente respaldo de la casa Vélez, representada en Dusán Vélez Trujillo, ya que las anteriores adhesiones eran peso “paja”: Jairo “Yomellamo” Martínez, Gustavo “Pintorroteador” Martínez y Pío Mayo. El único “sparring” con vigencia política ha sido Pastor Jaramillo, de peso Ligero, aliado de la casa Vélez.

 

Peso Mediano

Agua gratis, universidad distrital gratis, Cartagena sin peajes y WiFi gratis son cuatro de las propuestas que han distinguido a William García Tirado y le han funcionado como caballitos de batalla. Sumó a un peso “paja” como Humberto Rincón pero no se le ven otros respaldos recientes y, por el contrario, perdió a Daira Galvis, quien era la “mánager” que le aconsejó dejar de buscar la Gobernación para pasar a la carrera por la Alcaldía.

El uribismo disciplinado debe responderle a Gina Benedetti, y derrotar el mito que Uribe no endosa. Además, el reto es trascender esa esfera para llegarle a gente de otros partidos. Las visitas a trabajadores de empresas cuyos empresarios le facilitan ese contacto, además de las visitas a barrios, son actividades normales de candidaturas, pero falta más dinámica para “romper” y ganar peso.

 

Peso gallo

Fabio Castellanos representa a un Partido disgregado como se evidenció en el proceso de definición de avales, pero Partido al fin y al cabo. Esa indefinición hizo que comenzara a destiempo la campaña, y ahora se le ve en los barrios. Todavía no es conocido con suficiencia y de allí su baja preferencia en las encuestas. Viene de la escuela izquierdista donde con mucha creatividad acuña frases de combate, generalmente hablando mal de los demás, el gobernante de turno, pero hablando poco de lo propio. La retórica es su mayor riesgo. Si la derrota podrá subir de peso para dejar de ser Gallo… de pelea.

 

Peso mini-mosca

Reinaldo Manjarrez y Rosario Romero no han logrado conectar con la gente. Deben trabajar para subir a peso mosca, y de pronto, cuando llegue el 25 de octubre, estarán en pluma.