Jorge Rodríguez Sosa: A liderar la transformación productiva de Bolívar

Cuando las elecciones pasan y la calma llega, a Jorge Rodríguez Sosa se le sigue viendo visitando comunidades de Bolívar.

Es de los que consideran que la política es de todos los días y no solo cuando faltan tres meses para las elecciones.

Esa es una de las razones por las cuales se le estima como uno de los diputados más serios y cumplidores, y que mantiene siempre una votación en alza, que le ha permitido reelegirse en la Duma.

Ese respeto también lo aprecian sus colegas, quienes desde el año pasado lo eligieron como presidente de la Asamblea Departamental de Bolívar.

Desde Mesa Directiva le ha dado un nuevo brío a la corporación, haciendo mucho más participativos y deliberativos los debates, como el que se cumplió para evaluar la situación financiera del Hospital Universitario del Caribe, y donde participaron todos los que tienen cuentas pendientes con la entidad, lo que permitió acercar a las partes y propiciar un mejor flujo de cumplimiento en las obligaciones.

Caminando por todos los corregimientos y municipios de Bolívar, Rodríguez Sosa tiene nuevos propósitos para desplegar desde su curul.

Con la recuperación de las finanzas del departamento y las posibilidades que brinda la ley de regalías, Rodríguez Sosa dice que hay que dignificar a las poblaciones y que Bolívar debe hacer una profunda renovación urbana, para que las comunidades disfruten de mejores vías, parques, alumbrado y espacio público.

Esas calles polvorientas en verano o enfangadas en invierno, que atentan contra el nivel de vida de los habitantes, deben quedar atrás para que una nueva vida municipal surja y contribuir así a elevar las condiciones de salubridad colectiva, y la dignidad misma de la gente.

Por eso es partidario de impulsar inversiones en infraestructura pero con verdadero impacto social, pues de nada vale el cemento si no beneficia a las comunidades.

Otro de los temas que viene abanderando es el de la transformación productiva de Bolívar, ya que el 89% del trabajado rural vive en la pobreza.

De lo que se trata es de liderar una política que dignifique el campo, con apuestas productivas según la vocación de cada sub región, elevando la generación de ingresos.

Además de dinamizar la economía del campo, también contribuye decididamente en la reducción de la inseguridad ciudadana, pues serán más los que se ocupen en estas actividades, dejando menos espacio para el ocio, la delincuencia común o para el accionar de grupos al margen de la ley.

Incluso, esta política incide positivamente en la seguridad alimentaria, pues la gente tendrá más oportunidades de participar en los ciclos de producción y comercio.

Se trata de una visión donde se integran estos aspectos con la calidad educativa y la atención en salud, para hacer más eficiente la gestión desde la Asamblea Departamental.