Manolo, a pararse firme
“Con seguridad, ahora sí” fue el lema de campaña de Dionisio Vélez hace casi tres años. Transcaribe y el préstamo de $250 mil millones centraron su gestión, y la seguridad quedó para el siguiente alcalde: Manolo.
En Cartagena confluyen todos los gérmenes de la inseguridad en Colombia, incluyendo uno nuevo: la presencia de delincuentes venezolanos.
Pero así sea un problema que deba encararse desde el propio Presidente de la República, la inseguridad toca la puerta de cada ciudadano, y le corresponde asumir el tema a la primera autoridad local. Por eso Manolo tiene que pararse firme y acentuar la prioridad en este aspecto, sin descuidar los demás asuntos de la agenda distrital. La vida es lo primero, después vendrá la educación, o el plan de desarrollo, o las fiestas de Independencia, o los macroproyectos, pero la vida es lo primero.
Si algo golpea la imagen de un gobernante es la inseguridad ciudadana. Pero la solución no puede reducirse al alcalde y a la Policía, sino a la ciudadanía. Hay que exigirle resultados a los organismos de seguridad, a la par que también hay que armonizar el tejido social.
La alharaca por paz entre los pandilleros de San Francisco ya parece cosa del pasado, el tema de la seguridad se desaceleró, y los hechos de este domingo, sumados al tiroteo en el edificio del Pichi, vuelven a marcar la agenda ciudadana: seguridad, seguridad, seguridad.
El pitillo y el jugo
La Ruta es el programa de televisión que estrenó el Centro de Pensamiento de Cartagena y Bolívar, con la producción del Canal Cartagena. Primer invitado: el alcalde Manolo Duque, y fungieron como comentaristas Fanny Guerrero, Alicia Sáenz y Julio Alandete, bajo la conducción de Paola Mercado.
Al margen del resultado, inquieta que una entidad tan pretenciosa tenga por primer logro la producción de televisión y no se sepa la manera como trabaja para incubar y ambientar los grandes proyectos de la ciudad y el departamento. Alterar el orden de las cosas no es un buen síntoma. Cuando este centro produzca resultados, cuando haga estudios novedosos y serios, cuando justifique su creación, cuando sea decisivo e influyente en la puesta en marcha de políticas públicas, entonces será buen momento para dedicarse al periodismo. Pero esa es Cartagena, donde a veces el pitillo importa más que el jugo.
William García Tirado: Dicho y hecho
El gerente de Corvivienda, William García Tirado, pidió licencia y anunció que se iba de campaña por el Si. Dicho y hecho. Al día siguiente madrugó para Bazurto a promover esta opción en el plebiscito del 2 de octubre. Y el fin de semana no paró, y la agenda está a tope. Parece que hubiera reactivado los tiempos de su campaña a la Alcaldía, o cuando fue aspirante a la Gobernación, o cuando fue Representante a la Cámara, o cuando fue concejal. Es que eso de ver una elección desde el escritorio no es para un político de tiempo completo.