Cartagena de Indias, 25 de septiembre de 2023.- Todavía no se sabe qué pasó y Revista Semana sigue debiendo una explicación por haber publicado un Confidencial con los resultados de una encuesta de favorabilidad para la Alcaldía de Cartagena, y que por arte de magia fue retirada.
El primer misterio es cómo llegó a Semana, por qué caminos internos transitó hasta llegar al click que la publicó. El segundo es qué motivó el desmonte de la información.
Es posible suponer que antes de publicar, un medio serio constata, confirma o corrobora la información, máxime si atañe a cifras alusivas a una encuesta de opinión.
También es posible suponer que el resultado causó escozor, extrañeza, duda y un sabor amargo pues no cuadraba.
Muy seguramente recibieron comentarios, preguntas o reclamos tan contundentes que Semana decidió retirar la información.
No se sabe. Ojalá se sepa. Semana tiene esa deuda ética con Cartagena de Indias.
El episodio acrecienta la desconfianza en las encuestas que provienen de algunas firmas que se han especializado en el desprestigio. Son empresas que suponen que tener registro en el Consejo Nacional Electoral les otorga una patente para inventar datos, acomodar resultados o tergiversar mediciones.
Parece que fueran encuestas al “ojímetro”, alimentadas por una intravenosa financiera, o concebidas con propósito electorero, o “todas las anteriores”.
Lo cierto es que hay desconfianza en las firmas encuestadoras, y que los medios debemos elevar los estándares de evaluación de la información antes de publicar, desestimar el morbo y afinar el método. El síndrome de la primicia no es buen consejero, y la proclividad de las redes a publicar cuanto dato sin rigor, tampoco aporta a la depuración informativa.